Las islas del mar Jónico, conocidas también como el Heptaneso, que en griego significa siete islas, se extienden a lo largo de las costas del Épiro, Grecia Central y el Peloponeso. Son las siguientes: Corfú (Kérkyra), Paxos (Paxí), Antípaxos (Antípaxi), Léucade (Lefkada), Cefalonia (Kefaloniá), Ítaca (Ithaki) y Zante (Zákinthos). La séptima, la isla de Citera (Kíthira), al sur del Peloponeso, aun cuando históricamente está vinculada al ámbito jónico, administrativamente depende del Ática.
Cada isla tiene un perfil bien característico. La cosmopolita Corfú, con sus estrechas callejuelas y sus edificios de varios pisos, tiene un aire italiano; está la frondosa y escarpada belleza de Cefalonia, con sus altas montañas, la verde Lefkada, con sus idílicos enclaves; Zante, que los venecianos llamaban “la flor de Levante”, la estéril y rocosa Ítaca, símbolo de metas e ideales, ; también hay islas pequeñas y poco pobladas, como Paxos y Antípaxos con playas de arena fina y vegetación que llega hasta el mar.

Las islas jónicas disponen de magníficas playas de increíble belleza natural y una cultura propia, con influjos venecianos especialmente en su arquitectura. Son las islas más verdes de todos los archipiélagos griegos, con abundantes olivares y viñedos, siendo la agricultura un aspecto fundamental junto con el turismo. Son, además, famosas por su gastronomía, y sus vinos.

CORFÚ
La isla recibió diferentes nombres en la Antigüedad. Homero la denominó Esqueria (Sjería), la isla de los feacios mencionada en la Odisea. El nombre actual, Kérkyra o Corfú, se remonta a la Edad Media y guarda relación con las dos cimas fortificadas que despuntan en su relieve (“koryfés” en griego). En el Mediterráneo goza de fama turística por varias razones: bellezas naturales, clima suave, emblemáticos lugares de interés, magníficas aguas, modernas instalaciones hoteleras, gran oferta para la práctica de deportes y carácter cosmopolita.
Corfú se llama la capital y el principal puerto de la isla. Se halla en la costa occidental, enfrente del Épiro. Sin duda, es una de las ciudades más bonitas del Mediterráneo, con muros ocre de estilo veneciano, mezcladas con otras influencias arquitectónicas de Occidente. En 2007 fue declarada patrimonio cultural por la UNESCO.



Lugares con encanto:
La Spianada. Plaza principal de la ciudad y la más grande de los Balcanes, elemento crucial de la personalidad urbana de Corfú.
El listón. Hermoso paseo de la plaza, con soportales de piedra y repleto de cafeterías y tiendas. Actualmente es un claro punto de encuentro de habitantes y visitantes.
El Ayuntamiento. Emblemático edificio veneciano en piedra tallada, de corte renacentista.
La Academia Jónica. La primera universidad de la historia neogriega.
El Parlamento Jónico, donde se firmó la unión de las siete islas con Grecia.
El Palacio Kapodistrias, donde naciera el primer gobernador del Estado, Ioannis Kapodistrias.
La iglesia de Ayios Spyridonas, situada en el corazón del centro histórico, se distingue por su alta torre.
El Museo Arqueológico. Se exhiben hallazgos desde los tiempos arcaicos hasta la época romana.
El Museo de Dionisios Solomós. Fue la residencia del poeta nacional de Grecia.
CEFALONIA (KEFALONIÁ)

Es la mayor de las islas del mar Jónico, con una superficie de 786 km2 y 250 km de línea costera. Se encuentra frente al oeste del Peloponeso. Su capital y primer puerto es Argostoli. El verde es exuberante, con bosques de pinos, abetos y plátanos. Extensos viñedos producen el sabroso vino de Cefalonia, Robola. Sus habitantes, suelen dedicarse a la agricultura, la ganadería, el comercio y la marina mercante.
Los puntos principales de la ciudad son la comercial calle Lithóstroto, la plaza Vallanou y la plaza de la Campana. Especial interés presentan el Ayuntamiento, el Palacio de Justicia, la catedral de Evangelistria y la iglesia de Ayios Spyrídonas. A unos kilómetros de Argostoli en la localidad de Lassi, se encuentra la gruta en que vivió Ayios Yerássimos, santo patrón de la isla.
La segunda ciudad importante es Lixouri, emplazada en la península de Palikís, enfrente de Argostoli. A tres kilómetros de Lixouri está Kontoyenada, donde se conservan sepulcros micénicos e iglesias con iconos posbizantinos. Al noroeste de Argostoli está el puerto de Sami y a un kilómetro de Sami el pintoresco pueblo de Karavómilos, la cueva de Melissani, entre aguas turquesa y fosforescentes y la gruta de Drogarati. Otro pueblo con encanto es el tradicional pueblo de Assos, situado en un entorno idílico. Más al norte, en el extremo de la península de Érisos, se encuentra el maravilloso Fiscardo, poblado típico de arquitectura tradicional, con puerto deportivo para embarcaciones privadas, tabernas y gran afluencia turística.
